jueves, 18 de julio de 2013

Definición de estrategia didáctica.


La estrategia didáctica […] se refiere a aquella secuencia ordenada y sistematizada de actividades y recursos que los profesores utilizamos en nuestra práctica educativa; determina un modo de actuar propio y tiene como principal objetivo facilitar el aprendizaje de nuestros alumnos.

Las estrategias didácticas se basan en unos principios metodológicos como señas de identidad de una actuación educativa concreta. Diríamos que son aquellas acciones que les caracterizan y les permiten diferenciarse de otro tipo de actuaciones; depende del momento en que se encuentra el proceso enseñanza aprendizaje, del grupo al que van dirigidas y de la naturaleza de los aprendizajes. ROSER Boix, Tomás. Estrategias y recursos didácticos en la escuela rural. Barcelona: Graó, 2003, p. 55.
 
 

Definición de estrategia de aprendizaje.


 
Indudablemente, esta forma de aprender, a través de la toma consciente de decisiones, facilita el aprendizaje significativo (Ausbel, 1963), pues promueve que los alumnos establezcan relaciones significativas entre lo que ya saben (sus propios conocimientos) y la nueva información (los objetivos y características de la tarea que deben realizar), decidiendo de forma menos leatoria cuáles son los procedimientos más adecuados para realizar dicha actividad. De este modo, el alumno no sólo aprende cómo utilizar determinados procedimientos, sino cuándo y por qué utilizarlos y en qué medida favorecen el proceso de resolución de la tarea […]

Podemos definir las estrategias de aprendizaje como procesos de toma de decisiones (conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y recupera, de manera coordinada, los conocimientos que necesita para complementar una determinada demanda o propósito, dependiendo de las características de la situación educativa en que se produce la acción.

[…] Un estudiante emplea una estrategia de aprendizaje cuando es capaz de ajustar su comportamiento (lo que piensa y hace) a las exigencias de una actividad o tarea, encomendadas por el profesor y las circunstancias y vicisitudes en que se produce esa demanda.

Una estrategia se compone de técnicas que se combinan de forma deliberada para alcanzar un determinado propósito de aprendizaje. Tanto los elementos componentes como su uso técnico o estratégico deben entrenarse si queremos que los aprendices sean entrenadores de sí mismos. POZO, Municio Ignacio. Aprendices y maestros. La nueva cultura del aprendizaje. Psicología y educación. Madrid: Alianza Editorial, 2003, pp. 299 y 313.

 A diferencia de las técnicas, las de estrategia de aprendizaje son procedimientos que se aplican de modo controlado, dentro de un plan diseñado deliberadamente con el fin de conseguir una meta fijada. Desde este punto de vista no se trataría tanto de diferenciar qué procedimientos son técnicas y cuáles estrategias (¿hacer una representación gráfica de unos datos es una técnica o una estrategia?) como de diferenciar cuándo un mismo procedimiento se usa de un modo técnico (es decir, rutinario, sin planificación ni control) y cuándo se utiliza de un modo estratégico (Monereo et al., 1994; Pozo y Postigo, 1994).

Diferencias de estrategias y tecnicas.





 
Son muchos los autores que han explicado qué es y qué supone la utilización de las estrategias a partir de esta primera distinción entre técnica y una estrategia. Las técnicas pueden ser utilizadas de forma más o menos mecánica, sin   que   sea   necesario    para   su   aplicación    que   exista   un   propósito   de aprendizaje  por  parte de   quien   las   utiliza;   las  estrategias,   en   cambio,   son siempre   conscientes   e  intencionales,  dirigidas  a  un  objetivo relacionado   con el aprendizaje. Esto supone que las técnicas puedan considerarse elementos subordinados a la utilización de las estrategias; también los métodos son susceptibles de formar parte de una estrategia. Es decir, la estrategia se considera como una guía de las acciones que hay que seguir y que, obviamente, es anterior a la elección de cualquier otro procedimiento para actuar. (Nisbet y Shucksmith, 1986; Schmeck, 1988; Nisbet,1991).
 
[...] Cuando esperamos, como profesores, que nuestros alumnos conozcan y utilicen un procedimiento para resolver una tarea concreta (realizar el plano de la clase), las actividades que podemos plantearles irán encaminadas a asegurar la correcta aplicación de ese procedimiento, repitiendo los pasos correctos de su utilización. Pero si pretendemos, además, favorecer el análisis de las ventajas de un procedimiento sobre otro en función de las características de la actividad concreta que hay que realizar, o la reflexión de cuándo y por qué es útil aquella técnica o aquel método en cuestión (y para ello enseñamos a los alumnos a planificar su actuación, a controlar el proceso mientras resuelven la tarea y a valorar la manera en que esta tarea se a llevado a cabo), el proceso se complica y entran en juego las llamadas estrategias de aprendizaje.MONEREO, Carles (coord.). Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Formación del profesorado y aplicación en el aula. España: SEP Cooperación Española, Biblioteca del normalista, 1998, pp. 23-27.